EL CACTUS DEL SOL
Érase una de aquellas, en un desierto muy lejano un cactus que no soportaba Sol.
El caso, era que se podía mover, pero por mucho que se moviera no encontraba la sombra
que el soñó tantos años.
Un día de los más calurosos, pasaban por allí unos exploradores en una expedición.
Habían visto el cactus y fueron corriendo hacia él.
-Oye ¿qué le pasa a este cactus?
-Parece estar seco.
-No puede ser, los cactus están acostumbrados a sobrevivir al calor.
Se pusieron a cavar un pequeñito hueco entre las montañas a la sombra.
Lo colocaron ahí y volvió a brillar. Los exploradores siguieron en su expedición y el cactus
volvió a brillar para siempre.
Y colorín, colorado
este cuento,
se ha terminado.
DIEGO
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